Licenciada en psicología. Psicóloga. Mención en Psicología Educacional egresada de la Universidad Católica del Maule. Experiencia en Psicología Escolar y Psicología en Gestión Educacional. Aplicación de Pruebas psicológicas del área clínica y educacional. Trabajo con grupos y relatorías. Talleres de Psicodrama y Arteterapia. Atención, consultoría y asesoría psicológica y educativa

jueves, 14 de abril de 2011


Es el único que puede encontrar la manera de que una persona que está sufriendo se de cuenta que el dolor no se puede evitar pero que sí podemos ahorrarnos el sufrimiento; que es el sentimiento que se experimenta cuando no se acepta la realidad tal cual es.
El hombre necesita vivir muchos años de sufrimiento para llegar a entender que la mayoría de las cosas no se pueden controlar, porque si tienen que ocurrir, ocurren igual, independientemente de lo que él haga.
Esta vida alienada que nos toca vivir necesita de la participación permanente de un Psicólogo de cabecera. Alguien que apoye las decisiones, que fortalezca la autoestima, que muestre los efectos perniciosos que tienen el maltrato, el egoísmo y la falta de amor.
Los problemas familiares no se resuelven solos porque el hábito crea un sistema de relación cada día más estructurado y más difícil de modificar.
La gente no quiere sentarse en familia para hablar de los problemas y sin un interlocutor no comprometido que escuche sin hablar, continúan solos defendiendo sus posturas personales en permanente batalla, con el objetivo de ganar la lucha pero arriesgándose a perder los afectos.
A veces el miedo a perder el amor expone a perder la propia identidad porque no se sabe que no se puede amar sin antes estar contento con uno mismo.
El otro ama a alguien principalmente porque es diferente a todos los demás, sin embargo casi todos se esfuerzan por no ser ellos mismos y quieren desesperadamente parecerse a otros.
Los mensajes contradictorios de los padres afectan a los niños sin darse cuenta. Ellos aman a sus hijos, sin embargo sin saberlo les están haciendo un daño.
El Psicólogo trata de modificar la comunicación familiar que muchas veces transmite valores opuestos.
Vivir en pareja es una experiencia que puede resultar demoledora, generalmente porque cada uno de sus integrantes no está dispuesto a renunciar a vivir como una persona sola.
Cuando no existe conciencia de “nosotros” no hay posibilidad de formar un buen vínculo, porque prevalecerá el tuyo y el mío que bastará para fomentar la discordia; porque una pareja significa vivir una individualidad que se desarrolla y crece, para compartirla con amor.
Las distintas etapas de la vida nos enfrentan a nuevos desafíos y a nuevas experiencias que pueden ser mucho más gratificantes que las anteriores; porque la vida es evolución hasta el último día de nuestra existencia, y es inútil aferrarse a viejas fórmulas, porque los nuevos retos exigen siempre nuevas estrategias.
La importancia de la Psicología ha obligado además a insertarla en todas las áreas de la sociedad que impliquen relaciones humanas.
Marcia Muñoz Soto. Con la tecnología de Blogger.